Conxa

…tiene 58 años, y una prótesis de cadera. Cobra una pensión de apenas 400 euros. Toda la vida trabajando, limpiando escaleras, hasta que hace unos años la operaron y le propusieron un despido improcedente. Indemnización y a la calle, porque claro, con una prótesis no podía agacharse igual. Y ella me dice que lo entendió…Su marido se murió hace un par de año, y con la paga que le quedó sólo puede sobrevivir. Y encima vive con su madre… Su hija está en Berga. Me cuenta que allí (ahora) hay más trabajo (qué paradoja), pero que hasta para trabajar de conserje le piden saber informática. Dar un curso de Alfabetización informática no es que sea una caña, porque aprender, lo que es aprender (informática) una no aprende tanto… pero de relacionarse, de empatía y de dolores ajenos vamos sobrados. Me cuenta que le da igual de qué trabajar, que en Sitges hace un montón de años, ella era la que llevaba toda una casa (por lo que explica la casa debía ser un burdel…. con gente entrando y saliendo todo el día :) ) y que lo mismo estaba en la cocina que limpiando la piscina…..Yo, que ando buscando alguien para que cuide de mi madre, me la miro con cara de circunstancia. Apenas necesita dos años de contrato para justificar los quince mínimos de cotización para poder jubilarse. Y tiene 58. Y una crisis por delante (porque esto aún está por delante….).

Tengo…

….que hacer algunas fotos más (mías) para «decorar» este blog. Ya está bien de tanto tomar prestado de por ahí :)

También tengo que encontrar huecos para mí. Lo sé. Lo siento así desde hace mucho tiempo. Pero me queda poco espacio. Quizás si cambiaran la manera de contar el tiempo sería más fácil… siempre buscando una excusa exterior.

Un poquito de incienso, no me atrevo a poner música suave porque no quiero despertar a Maria. Esta niña debería llevar dormida dos horas, y en cambio apenas hace media hora que se quedó traspuesta todavía enganchada a una teta.  Respira a mi lado. Así que prefiero negarme la música para dormir, a fin de que ella duerma. Aunque estoy convencida que no le molestaría Olivia Ruiz (el último descubrimiento se lo debo a Amaranta….). Se van a vivir a Tolouse. Me lo dice bajito, en el balcón, ayer, en casa de Carles, mientras mirábamos el mar más allá de la Ronda Litoral. Le ofrecen un trabajo a Joan en Francia (de hecho es EL trabajo). Así que ella, Lucca y Joan se van para allá. Aún no saben cuando. Esperamos poder disfrutar del pisazo que Carles se ha pillado con vistas al Mediterráneo. Ayer, mientras voyeaureábamos a una parejita al otro lado que cenaban a la luz de las velas, le recordamos que se curre una cenita íntima para nosotras en ese balconazo superpijo…:). Amaranta es una de esas mujeres que han ido llegando a mi vida últimamente. Decir amiga quizás sería frívolo, porque creo que no lo es. Pero es una tipa interesante, divertida y flowerpower… y me da un poco de pena pensar que se muda cuatro horas al norte. Aunque sea una excusa perfecta para pasar un fin de semana à la France…. Le cuento de Juan. Me dice que «qué es la vida si no te divierte….». Y es que a mí Juan no me parece divertido. Pero es que quizás ahora ya no necesito divertirme tanto, ni reírme tanto, aunque no puedo evitar las risas cuando Estrellita me llama y me grita descaradamente «chocho!!!!!»… o alguna burrada de esas suyas…. Igual ahora sólo necesito que me quieran un poquito, y que me cuiden, aunque sólo sea también un poquito.

Hoy tuve un día completo, 100% aprovechado, y eso que tuve fiesta. Volví al spinning (después de un mes no te cuento las agujetas de mañana) y la sauna. Acabé trabajo pendiente (entre eso, los exámenes que tenía que haber entregado a la universidad hace días y un programa para un curso de Alfabetización Informática que daré en Sant Adrià). Apunté a Maria al intensivo de natación para el verano (antes de que tengamos ese barco :) ), la llevé a música y en medio paseamos con mamá, hicimos la comida de hoy y mañana y nos vimos diez episodios de Caillou. Mi madre hoy hizo la comida y bañó a Maria. Hay días que parece que vuelva a ser ella….

Tengo una sensación extraña, como si a pesar de la vida que llevo ahora (que no me gusta) todo se va encaminando hacia un lugar donde estaré bien. Que así sea. Porque así ha de ser.

El post de Juncal me hizo pensar. En realidad ella siempre lo hace (eso de hacerme pensar) aunque no siempre se lo reconozca. Será esto ser mujer, o sentir(nos) la complicidad entre mujeres. Será que estoy en esa época de mi vida en que intentando multiplicarme sólo consigo dividirme. Juan (se llama Juan…. y por fin aparece un hombre importante en mi vida cuyo nombre no empieza por A :) ), me recuerda que soy humana, y que, por eso no puedo llegar a todo. Pero él es hombre, y es de los que sólo puede hacer una cosa a la vez :) (entrando en esa afirmación simplista)

Igual la operación sencilla sería la suma (como asegura Candela en sus perfiles). Quizás es más equilibrado, porque te permite avanzar sin sentir el ahogo.

Y es que el otro día (lunes) al salir de casa me di cuenta que era fiesta aquí en Sabadell. Como vivo en una de esas calles céntricas en que en los días de fiesta cierran al tráfico, me quedé un poco de piedra al darme cuenta que no había coches circulando a las ocho de la mañana. Y con Maria en brazos, camino del coche, sólo pude reaccionar pensando: «me la llevo al trabajo». Eso se llama conciliación laboral-vidafamiliar ¿no?, pero ¿qué hace una cuando a las ocho y media tiene que estar en el curro y las guarderías y el servicio de canguros está cerrado?. Para ella fue una mañana divertida, en el cole de los niños «grandes-grandes», e hicimos plastelina y pintamos entre ratones y teclados. Alguno de mis alumnos me dijo: «Fátima, yo también quiero pintar»….. y en eso andamos.

PD:.. yo ando pintando la «casa» virtual… y me he dado cuenta que se pierden cosas por el camino… a ver si las voy recuperando

Mari, Trini, Tania, Ramona…. o las mujeres de mi vida

Tengo la sensación que la vida nos da regalos en forma de personas. Sé que no siempre es así, que a veces tenemos la desgracia de encontrarnos con algún capullo y echamos de menos llevar a Justiniano del brazo :). Pero a mí últimamente se me han puesto en el camino varios regalos. Todas son mujeres, cargadas de ese instinto maternal que estoy necesitando. Como si vinieran a representar la madre que estoy dejando de tener. En realidad podría poner un puñado más de nombres (Mariajo, Juani, Juana, Rabel, Mónica, Tere, Yolanda.. ), pero ellas ya son mis amigas, no han sido nuevos encuentros.

  • Mari debe tener unos treinta años, aunque aparente más. Físicamente podría ser una gitanilla vendiendo en el mercadillo (es una expresión que he leído hace poco….), pero en realidad, es una madre que necesita un hígado nuevo. Una confusión médica ha hecho que su hígado funcione sólo al 35%.. y va cada vez a menos. Alguien le propuso que su hija podría darle ese trozo de hígado que le falta, pero con una negligencia médica en la familia me dice que tiene bastante, que ella no mete a su hija en un quirófano para quitarle un trozo de órgano. A pesar de sus miedos, y de sus problemas económicos, me sonríe, y me propone que si un día necesito dejarle a Maria que lo haga sin miedo, y así tengo un ratito para mí. Le digo que lo que necesitamos (las dos) es una fiesta loca…. y seguimos riéndonos.
  • Trini me tiene la cena preparada cuando llego el primer día de pluriempleo a su casa a recoger a Maria. Yo, que estoy hecha polvo y seguramente hubiera acabado cenando en casa cualquier mierda cuando llegase, le agradezco unas salchichas caseras y una ensalada como la mejor comida del mundo. Es toda mamá. «Tú te sientas ahí y te relajas, que de tu hija ya nos cuidamos nosotras». Y Maria anda jugando por su casa con su hijo Alex y con Ricardo, el hijo de Tania.
  • Tania es mucho más joven que nosotras. Tiene a su espalda una historia de maltratos y un hijo de cuatro años. Cuando la conocí llevaba dos largas trenzas y una sonrisa enganchada. Con apenas veinticinco años sabe más de muchas cosas que muchos de mis alumnos (que van rozando esa edad). Se queda con Maria todas las tardes, y con eso y la ayuda familiar puede ir tirando. El otro día me llama justo cuando yo salía del trabajo (del último)… «¿te importa si le doy de cenar a Maria?.. es que Ricardo iba a cenar y ella me ha dicho que quería arroz»… No claro que no me importa, mejor y todo….»¿Y te importa si la baño? Es que he visto que tenías ropa en la mochila e iba a bañar a Ricardo, así que los meto juntos». Sonrío. ¿Qué más se puede pedir?
  • Ramona es la suegra de mi prima. A veces la siento más de mi familia que algunas personas de mi propia familia. Y a veces creo que Maria es otra nieta más para ella. Cuando explico a la gente que los miércoles por la tarde se queda la suegra de mi prima con mi hija, creo que todos se hacen un taco. Supongo que todos esperan que sea una abuela la que cuide de la nieta cuando los padres no pueden. Y ella me trata casi como a una hija más.

Ahora que lo releo, creo que podrían ser personajes de una novela. Pero es que no hay mayor literatura que la vida propia… o que la propia vida.

Tendría que aprender a pedir las cosas. Estoy en ello. Pedir un abrazo cuando lo necesito. O pedir que me hagan la comida. O pedir dinero (otra cosa es que te lo den :p). No sé si es el orgullo, o simplemente que me educaron dándole un excesivo valor al esfuerzo personal, pero lo cierto es que me cuesta mucho pedir las cosas. Y cuando lo hago, en mi interior hay un proceso extraño de «culpa/sentirme inútil por no saber/poder hacer algo»…. Hay gente que está más acostumbrada a pedir… y empiezo a pensar que no es nada negativo. Hay un dicho por ahí sobre las virtudes y los excesos del pedir (seguro que Nacho lo sabe), pero no lo tengo muy claro.

Son las cuatro de la mañana…. El insomnio me puede. Y quizás la ansiedad que me crea el que últimamente se me acumulan el trabajo y los problemas. No doy a basto (¿o es abasto, como el mercado?)…..el caso es que no llego. Pero igual es que quiero llegar a muchos sitios y no se puede.

Puestos a pedir, le he pedido a Estrellita un trabajo para Mariajo (que lleva meses buscando) y un gestor para mí (que tengo un temita económico que me ronda la cabeza). Él, como es así, me contesta antes de su clase de yoga (ahora le ha dado por el yoga) que eso está hecho. No sé ni porqué lo he llamado, pero la verdad es que había ciertas cosas (las que no tenían que ver con los sentimientos) que gestionaba muy bien. Aunque ahora que lo pienso quizás hubiera sido mejor y precisamente a él no pedirle nada….